lunes, 22 de noviembre de 2010

F

F (Licencia de armas): Personal: Para socios de las Federaciones deportivas.
Autoridad concesión: Director General Guardia Civil. (Subdirector General de Operaciones por delegación).
Vigencia: 3 años.
Armas que ampara: Hasta un máximo de 10 armas de las denominadas de concurso (Orden Ministerial de 2 de marzo de 1995) (Tirador de 3ª un arma, tirador de 2ª máximo 6 y tirador de 1ª máximo 10.
Otras consideraciones: Sólo podrán portarse para ser utilizadas en los campos, polígonos o galerías de tiro autorizados. Las armas deberán guardarse desactivadas en los domicilios de los titulares, (Resolución de la DGGC de 26/11/98), o en los locales de las Federaciones. (Art. 133 R.A.).

F&M: palabra anglosajona que significa (Abrev.) Full and Modified.
FA: palabra anglosajona que significa (Abrev.) Forearm.

FABARM: es una marca italiana especializada en fusiles y escopetas de caza, tiro deportivo y para el uso policial. http://www.fabarm.com/

FABRICA HIRTENBERGER: Fábrica de armas de fuego austriacahttp://www.hirtenberger.at/hds/ .
FAC: palabra anglosajona que significa Siglas de Fire Arms Certificated, designa armas de aire comprimido que por la legislación específica del país requiere de un permiso de armas equivalente al de un arma de fuego.
FACTOR DE FORMA: Índice que relaciona la forma de un proyectil determinado con la forma de un proyectil tipo o estándar que se utiliza para preparar una tabla balística.
FACTOR DE POTENCIA: Es el resultado del peso del proyectil (medida: grains) x velocidad (pies por segundo) y dividido entre 1000.
FACTORY CRIMP DIE: expresión anglosajona que describe Dado de Recarga. Dado que efectúa el plegado de la vaina ( crimpado) sobre la punta tal como viene formada la munición de fabrica.

FAIR:Fabricante de escopetas http://www.fair.it/
FALANGE: La falange fue una organización táctica para la guerra creada en la Grecia Antigua y luego imitada por varias civilizaciones mediterráneas. Por extensión, los autores antiguos suelen llamar falange a cualquier ejército que combate formando una única fila de combatientes muy próximos entre sí, al estilo de la falange clásica, que formaba así con una profundidad de entre 8 y 16 guerreros. El término es de origen griego, φάλαγξ (phálanx), que se usaba para la formación defensiva utilizada por los hoplitas, que constituían la falange clásica.

La falange clásica estaba formada por hoplitas, guerreros armados con lanza de dos metros y espada, protegidos por un gran yelmo, placas de bronce que cubrían la tibia y la rodilla y un pesado escudo redondo de madera forrada de bronce llamado hoplon . Las corazas estaban formadas por capas de lino pegadas hasta alcanzar un cierto grosor, sobre las que se cosían plaquitas metálicas como refuerzo en los puntos vitales.
En una primera etapa, desde el siglo VII adC hasta la Guerra del Peloponeso a finales del siglo V adC, la falange está formada exclusivamente por ciudadanos de las polis griegas que combaten para defender su ciudad y su estatus social. La idea de la falange en sí no es sólo militar, sino que es una expresión de comunidad entre iguales. Aquel que quisiera destacar en combate saliendo de la fila, ponía en peligro su vida al no tener compañeros que protegieran sus costados y, al mismo tiempo, ponía en peligro a la falange al dejar un hueco por el que puede ser rota la línea. No había sitio para combates individuales heroicos al estilo de los narrados por Homero.

Ser hoplita era además un honor, ya que implicaba un estatus social importante en la polis y suponía un cierto gasto para el ciudadano, que debía costear su equipo. Sólo los muy ricos podían permitirse un equipo defensivo completo de hierro, y posiblemente los de las últimas filas eran aquellos que no podían costearse equipos completos de calidad.
Durante la Guerra del Peloponeso, la falange perdió buena parte de este significado social al ser preciso, por la larga duración de las guerras, reclutar mercenarios, guerreros que luchaban por un sueldo. Así aparece la infantería ligera, conocida genéricamente por peltastas, que combatían ligeramente armados o empleaban hondas, arcos, etc. para hostigar al enemigo y cuyo nombre deriva de pelta, un característico escudo de forma ovalada.
En lo que podemos considerar el final militar de la Grecia clásica, el modelo exclusivamente hoplítico fue aplastado definitivamente cuando el estratega Epaminondas, al mando del ejército de Tebas, derrotó a la clásica falange hoplítica de Esparta con un ejército numéricamente inferior en Leuctra (371 adC). Epaminondas logró este éxito gracias a su gran innovación táctica, que consistía en disponer el grueso de la falange, formado por hoplitas, en un ángulo oblicuo, de derecha a izquierda del campo, y concentrar en la izquierda un cuadro de hoplitas de medio centenar de hombres de profundidad que rompía la línea de la falange enemiga, mucho menos profunda. Gracias a la formación en ángulo, la falange tebana desbordaba al contrario por ese punto y lo envolvía. Este modelo fue denominado "martillo".
La caballería y la infantería ligera cobraban gran importancia al defender los flancos del cuadro que producía la ruptura, para no ser envuelto por el enemigo antes del contacto y contribuían a envolver posteriormente al enemigo.
Filipo II de Macedonia: La siguiente (e importantísima) innovación corrió a cargo del rey Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, hacia la mitad del siglo IV adC. Rehén en Tebas después de las victorias de Epaminondas sobre las principales ciudades griegas, Filipo aprendió las tácticas tebanas y volvió a Macedonia dispuesto a mejorarlas.
El soldado o pezhetairoi pasó así a portar una lanza de 6 m de largo, la sarissa que tenía que manejar con ambas manos, y a aligerar el peso del escudo, que debía ir colgado del cuello. De las primeras filas salía así un bosque de lanzas que ensartaba cualquier cosa que se acercara, desde infantería hasta elefantes.
Además, Filipo cambió la estructura de la falange, agrupando a los hombres en cuadros independientes de 16 hoplitas de frente por 16 de profundidad (256 hombres) denominados syntagmas y cada falange se dividía en dos alas de 32 syntagmas cada una, es decir, 16.384 hombres en total, bajo el mando de un stratego. Esta división permitía mayor flexibilidad en combate y fue la que posibilitó a su hijo Alejandro conquistar desde la península de Anatolia hasta el norte de la India, cobrando muchísima importancia la caballería y la infantería ligera en los movimientos envolventes, aunque la falange seguía constituyendo el grueso del ejército.
Tenía, sin embargo, sus defectos: la falange macedonia sólo operaba bien en terreno llano, y a pesar de su solidez, era muy sensible a un ataque por el flanco o por la retaguardia.
FALANGE MACEDONIA: La falange macedonia era una formación de infantería creada y usada por Filipo II, y más tarde por su hijo Alejandro Magno en su conquista del Imperio Persa. Esta formación predominó en las batallas durante el período helenístico hasta ser reemplazada por las legiones romanas. Fue elevada al cenit de su efectividad por Alejandro y en el mundo griego fue considerada como un sistema de combate invencible hasta las derrotas de Cinoscéfalos (197 adC) y, especialmente, Pidna (168 adC).

La falange macedonia surgió, de hecho, como una respuesta ante las modificaciones tácticas que los estrategos tebanos Epaminondas y Pelópidas desarrollaron a principios del siglo IV adC para oponerse a la superioridad, aunque ya decadente, que la formación hoplítica espartana había ejercido en los combates terrestres entre las poleis griegas hasta esa fecha.
La falange de piqueros macedonia:
El aporte de Filipo II:
Hasta la mitad del siglo IV adC, el Reino de Macedonia no tuvo gran influencia con respecto al exterior, ya fuera en el dominio económico, cultural o militar. El país estaba formado por montañas arboladas y de planicies ideales para la cría de caballos, quienes componían la fuerza principal del ejército macedonio y eran montados, a la manera griega, por los aristócratas llamados los «compañeros» (hetairoi).
Cuando Filipo II accedió al poder en 359 adC, emprendió la reorganización de la institución militar ya iniciada por sus predecesores. A la vista visto de los mediocres resultados de los combatientes, desarrolló el entrenamiento y formó una tropa de élite profesional de infantería llamada «compañía de a pie» (pezhetairoi) para valorizar este tipo de combatientes. Al estar el reino del nuevo monarca amenazado desde el interior y del exterior, se apoyó en el ejército para estabilizar políticamente el país e imponerse militarmente al exterior. Para hacer esto, Filipo adoptó diversas medidas descritas por Diodoro Sículo:
«El rey dio a sus tropas una organización mejor, perfeccionó los armamentos y ocupó a los soldados en ejercicios continuos para habituarlos a la guerra. Dotó de más profundidad a las filas y fue el inventor de la falange macedonia.»
Composición y formación: A comienzos del reinado de Filipo II, Macedonia no era un país rico y no podía, por tanto, equipar a sus soldados profesionales con armamento pesado, y que era costoso, como el de los hoplitas.
Para formar la falange, la compuso de piqueros ligeramente protegidos y cuya arma principal era la sarissa. Cada falangista la llevaba y era una larga pica de seis metros a siete metros de longitud de media, que llevaba en las extremidades puntas de bronce; la de abajo, de forma diferente, tenía añadidos cuatro topes para plantarla en el suelo y soportar un carga de caballería. Debido a su longitud, la sarissa estaba dividida en dos partes, que había que unir antes de la batalla, para manejarla se requerían ambas manos y no permitía la utilización del aspis koilé, el escudo hoplita, que fue reemplazado por un modelo de unos 60 centímetros de diámetro.
El casco era de hierro y el modelo más común era de forma cónica, cuya extremidad se redondeaba hacia adelante, al estilo de un gorro frigio; las protecciones de las mejillas (carrilleras), podían ser articuladas gracias a las charnelas. La coraza, era exclusiva de los oficiales y estaba fabricada incluso de hierro.
En formación de combate, La primera fila llevaba su sarissa totalmente horizontal, sujetada a unos 4,50 metros de su extremidad y este ángulo iba subiendo hasta llegar al final, y cada combatiente estaba situado a una distancia de alrededor de un metro uno del otro. Las cuatro siguiente filas, distantes cada una un metro, tenían las picas de la misma manera, lo que daba a la falange su característico aspecto de puercoespín. Las lanzas de las cinco primeras filas, emergían en la avanzada de falange y alcanzaban a cualquier enemigo que se presentase.
Polibio, que tenía un excelente conocimiento de la falange macedonia explica la utilidad de la sarissa en las siguientes filas: «cita «Los hombres alineados más allá de la quinta fila no pueden utilizar sus sarissas para golpear al enemigo. Esto es por que, en lugar de bajarlas a la horizontal, las tienen con la punta en el aire, pero inclinándolas hacia los hombros de los soldados que tienen delante de ellos, para proteger a toda la tropa contra las saetas que llegan sobre ella, pues todas estas astas puestas unos al lado de las otras paran los proyectiles.».
Para el combate al cuerpo a cuerpo, el armamento era completado con una espada de hoja de hierro. Los falangistas también portaban una pequeña daga como arma secundaria. Además de la utilización de piqueros en la falange, Filipo llevó a esta formación a una profundidad de 16 filas inspirándose en la falange hoplítica tebana.

Filipo II, pasó parte de su juventud como rehén en Tebas, donde estudió junto al conocido general Epaminondas, cuyas reformas fueron la base de la falange. Los falangitas eran soldados profesionales, y estaban entre las primeras tropas que entraban en combate, lo que les permitía ejecutar maniobras complejas mucho mejor que el resto. La formación era rectangular, con dieciséis filas de hombres, y un líder a la cabeza de cada columna y otro en el medio, para que las filas de atrás pudieran moverse a los lados en caso de que fuera necesario realizar un ataque frontal. Cada columna estaba compuesta de 256 hombres, y recibía el nombre de syntagma, y se conoce a partir de las descripciones de Polibio y Asclepiodoto.
Unidades y compañías de la falange: La formación ideal constaba de 64 syntagmas, mandada cada una de ellas por un syntagamatarchos.

La estructura de una syntagma partía de la idea de la fila de 16 hombres (lochoi) mandada por un lochagos (primer soldado de la fila), ayudado por el ouragos (último soldado de la fila).
El lochoi se dividía a su vez en cuatro grupos de cuatro soldados (enomotia) mandados cada uno de ellos por un enomotarchos.
A su vez, la enomotia era el resultado de sumar los guerreros de dos filas impares (próstatas) y dos filas pares (epistatas).
Horizontalmente, dos filas constituían una diloquia, unidad de 32 soldados formados de dos en dos en fondo, bajo el mando de un dilochites, cargo que correspondía al lochagos de la octava fila derecha.
La suma de dos diloquias constituía una tetrarquía, unidad de 64 hombres mandada por un tetrarca.
Dos tetrarquías constituían una taxiarquía, de 128 guerreros bajo el mando de un taxiarca, cargo que correspondía al lochagos de la octava fila contando desde la izquierda de la formación, y por último, la suma de dos taxiarquías constituía un syntagma.
Como unidad básica, dos syntagmas se agrupaban en una pentekosiarquia, integrada por 512 hombres. La agrupación de dos formaciones de este tipo constituía una chiliarquia de 1.024 soldados, al frente de la cual estaba el chiliarca.
Las formaciones de mayor rango incluían la merarchia (2.048 guerreros), la phalangarchia (4.096 soldados) agrupadas en dos alas (keras), constituidas por la suma de 32 syntagmas dispuestas bajo el mando de un kerarka, en total 8.192 hombres.
La suma de ambas alas formaba el ejército (phalanx) mandado por el strategós.
La falange completa contaba, por tanto, con 16.384 falangitas, a los que debían sumarse los heraldos, señaladores y trompetas de cada syntagma.
Por supuesto, la movilización del ejército contaba también con un elevado número de tropas auxiliares y empleos destinados al transporte de los bagajes y las máquinas de guerra, así como al aprovisionamiento y distribución de los suministros.
Contando con la pieza básica de la syntagma, entendida como una unidad independiente, un jefe militar podía disponer estas tropas, en diversas formaciones dependiendo de las características del terreno, la estrategia del adversario, y su propio planteamiento táctico. Las unidades de pocos efectivos podían disponerse en múltiples esquemas de formación en línea, desde el clásico frente recto hasta la formación oblicua, pasando por la formación en media luna o en cuña, y el medio cuadro abierto, utilizado básicamente para el avance de las tropas durante las marchas de una campaña militar.
Inconveniente de la falange de piqueros: El problema básico de la falange macedonia era la escasa flexibilidad del sistema. Prácticamente invencible en un ataque frontal precisaba, como la de los hoplitas, de un terreno llano y despejado para desplegarse, dado que la rigidez de la syntagma dificultaba en gen medida el combate en terrenos abruptos.
Dado que los generales macedonios no siempre podía elegir el terreno, la propia fuerza de su ejército se convertía en su principal problema, al no disponer de la flexibilidad necesaria para adaptarse a un modo de lucha diferente del basado en la carga frontal. Además, las numerosas picas que apuntaban hacia el cielo planteaban aparte del problema del tipo de terreno en el que debía luchar la falange macedonia, llano y sin obstáculos, poder combatir fuera de la cubierta de los árboles en la que las sarissas se enmarañaban. Además, estas largas picas estorbaban los movimientos curvos de la falange que podía tener que ejecutar en las rápidas maniobras que imponían a veces las circunstancias del combate y las volvían muy vulnerables en sus flancos.
La falange, cualquiera que sea su forma, es una formación que lucha en bloque y que debe quedar compacta para dar todo su potencial. Polibio, en su relato de la batalla de Cinoscéfalos]] que tuvo lugar en el 197 adC, expone su mayor debilidad:
«En la guerra, el momento y el lugar donde la acción se pondrá en marcha no pueden ser determinados de antemano, al tiempo que, para permitirle desplegarse, la falange precisa su momento y su terreno...llano y desnudo, un terreno que no corte ningún obstáculo como fosos, barrancos, relieves, taludes o cursos de agua , porque cualquiera de estos accidentes basta para paralizar o dislocar una tropa así formada.
Los ejércitos, especialmente romanos, que debieron enfrentarse a los monarcas macedonios durante el siglo II adC, optaron esencialmente por el flanqueo de la falange macedonia que, una vez privada de sus tropas auxiliares, era atacada por todas partes, sucumbiendo sin remedio, incluso en planteamientos tácticos en los que disponía de superioridad numérica como en las batallas de Cinoscéfalos y Pidna..
«Como la falange está organizada de modo que imposibilita a los hombres dar media vuelta y librar combates individuales, los romanos pudieron impulsar su ataque, masacrando a los soldados que se encontraban delante de ellos y que no podían defenderse.»
Entrenamiento: Profesionalizado, el ejército de Filipo II, abrió nuevas perspectivas que no dejó de explotar y de desarrollar él mismo. El entrenamiento fue así mucho más lejos de lo que estaba permitido en las poleis griegas, incluso en comparación con el que era practicado en Esparta. Los hombres eran ocupados en ejercicios incesantes que les permitieron adquirir los automatismos necesarios en las diversas fases de un combate, pero no era éste su único interés: el dominio de los movimientos en el terreno compensaba la vulnerabilidad de los soldados ligeramente protegidos y estas maniobras tuvieron también un impacto positivo sobre la disciplina que llegó a ser estricta. Se ve sobre este punto, la ventaja que aportó la monarquía sobre otras formas de gobiernos practicadas en el resto de la Grecia, que permitió un mejor control de las tropas.
Por otra parte, Filipo no limitó los ejercicios a los desplazamientos básicos de cualquier falange, pues ideó diferentes maniobras originales que implicaban la finta y la sorpresa para conseguir a lo largo de las batallas una ventaja decisiva, y todo esto manteniendo durante estos movimientos el orden y la unidad más estricta en el seno de las tropas.
Un ejemplo de ello fue la batalla de Queronea cuando, simulando una retirada, la falange macedonia retrocedió en orden, dejando suficiente espacio entre ella y la falange de hoplitas atenienses para que ésta, tratando de mantener el contacto con el enemigo, se dislocara y diera la oportunidad a la caballería macedonia de penetrar en sus líneas.
La falange en el ejército de Alejandro: La falange jugaba un papel principal en la estrategia que llevó a Alejandro Magno a no perder ni una sola batalla. Se le llama martillo y yunque y se desarrolla de la siguiente manera:

Primero, los falangistas, formados principalmente de pezhetairoi, retenían al enemigo con sus largas sarissas, dejándoles sin posibilidad de escapatoria.
Posteriormente, la caballería (hetairoi) cargaba contra los enemigos por detrás o por los flancos, empujándoles hacia las lanzas, a una muerte segura.
De ahí el nombre de la estrategia: la falange actuaba de yunque, sujetando al enemigo para que el martillo o caballería acabara con el enemigo de un golpe.
Este ejemplo ilustra la utilización que hicieron los reyes de Macedonias de su falange: al contrario que los griegos, no era sobre el cuerpo de tropas del que dependía la suerte de la batalla y esto fue también un avance en el domino táctico, mérito de Filipo II. Quedaba, sin embargo, como el punto de anclaje del ejército, alrededor del cual evolucionaba la infantería ligera y la caballería.
La caballería era en el Reino de Macedonia la fuerza principal antes de la aparición de la falange y jugó un importante papel (como en Queronea e Issos) junto a ésta: Permitía la ruptura del frente del adversario o bien aportaba rápidamente refuerzos donde se necesitaran.
La ausencia de silla de montar (que no se había inventado aún) limitaba su armamento. Los caballeros llevaban una sarissa de un modelo más corto (cuatro o cinco metros), así como un sable curvo (machaira), una coraza y un casco. Esta fuerza de gran movilidad estaba acompañada de otros tipos de combatientes a caballo, como por ejemplo los arqueros.
Hay otra característica de las fuerzas macedonias en perpetua reorganización, tanto en la cantidad de efectivos humanos dentro de las unidades como en su composición: Alejandro, en su periplo hasta el Indo, integró en su ejército los de los países vencidos, y se inspiró en ellos para modificar el equipamiento de sus propias fuerzas. Ya Filipo había hecho innovaciones al aumentar la profundidad de la falange, basadas en los conocimientos que adquirió, como se ha dicho arriba, en su juventud, en su estancia en Tebas como rehén.
Alejandro continuó la obra de su padre, favorecida por estas influencias exteriores, muestra de su adaptación y de sus victorias.

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